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Investigación

La UCAM investiga nuevas terapias contra factores de riesgos cardiovasculares en pacientes con DMAE

Noemí Manresa, farmacéutica en el hospital Morales Meseguer e investigadora de la UCAM, ha defendido su tesis doctoral, titulada “Efecto del tratamiento anti-VEGF sobre los factores de riesgo cardiovascular y biomarcadores de estrés oxidativo en pacientes con degeneración macular exudativa asociada a la edad (DMAE)”, y dirigida por los doctores Pilar Zafrilla Rentero, Juana Mulero Cánovas y Manuel Losada Morell, del grupo de investigación Nutrición, estrés oxidativo y biodisponibilidad de la Universidad.

Con esta investigación, Noemí Manresa estudió los efectos de terapias novedosas sobre los riesgos cardiovasculares que engendra la DMAE. Esta patología, que hoy afecta al 10% de la población anciana en España, es un trastorno ocular que está asociado al envejecimiento de la población y que suele aparecer en mayores de 65 años. También esta anomalía causa un aumento del estrés oxidativo en los pacientes, es decir, que la DMAE influye en la tasa de antioxidantes al nivel macular. Aunque, según el estudio de Dña Manresa, esas personas no tengan un perfil cardiovascular característico, tienen más probabilidad a sufrir enfermedades cardiovasculares a causa de biomarcadores que resultan más elevados en comparación con un grupo control de la población. Sin embargo, esta hipótesis está puesta en controversia ahora, ya que se demostró que sólo los pacientes sufriendo de DMAE diagnosticados con una patología cardiovascular de base tienden más a sufrir de esos riesgos.

Hoy en día existe un tratamiento eficiente para un tipo de DMAE que es la DMAE neovascular, nominado anti-VEGF, que combate la perdida de la visión en los pacientes. Este tratamiento consiste en fármacos, administrados vía intravítrea, es decir por los ojos directamente, que bloquean la molécula VEGF, asociada a la patología de la DMAE. No obstante, a pesar de una mejora de la visión, el riesgo de estos tratamientos reside en el punto de administración, que pueden llevar a un aumento de la presión ocular, a trastornos conjuntivales o conjuntivitis entre otros. Además observaron otros riesgos como cefaleas, nauseas, vómitos etcétera.

“Hemos estudiado pegaptanib y ranibizumab, de que son terapias muy novedosas. Hay pocos estudios publicados entre la relación de administrar las terapias vía intravítrea y los efectos adversos sobre cardiovasculares y estrés oxidativo. Es decir, tenemos que estudiar la seguridad de estos fármacos anti-VEGF y tenemos que analizar qué riesgos conllevan para la salud de estos pacientes” declara Noemí Manresa acerca de su investigación.

Tras seis meses de terapia, se demostró que no hay mayores riesgos cardiovasculares usando estos fármacos novedosos y eficientes. Sin embargo, la doctoranda alerta sobre la necesidad de más estudios acerca de estas terapias, ya que hay muy pocos estudios que existen sobre la terapia intravítrea continuada. Esta investigación abre una ruta para la combinación con otros fármacos que ayudarían a mejorar el estrés oxidativo observado en los pacientes con DMAE y también para estudios sobre los pacientes que ya tienen diagnosticado una anomalía cardiovascular.