Un equipo de la Facultad de Deporte de la UCAM, junto a investigadores de la Universidad de León, ha participado en un estudio publicado en la revista Journal of Functional Morphology and Kinesiology, que demuestra que el entrenamiento de fuerza, cuando está bien planificado y supervisado, es seguro y beneficioso para niños y adolescentes.

La investigación consistió en un análisis de 22 estudios realizados con participantes de entre 6 y 16 años, cuyos resultados muestran que la práctica de ejercicios de fuerza mejora la capacidad aeróbica, la fuerza muscular y la velocidad de carrera en población joven.

Los programas más efectivos fueron aquellos con una duración de 6 a 12 semanas, con 2 o 3 sesiones por semana. Además de los beneficios físicos también se observaron mejoras en aspectos como la autoestima, la concentración y la reducción de la ansiedad.

El estudio señala que incorporar ejercicios de fuerza en las clases de Educación Física podría contribuir de forma relevante a la prevención de la obesidad infantil y al fomento de hábitos de vida saludables desde edades tempranas. Según los especialistas, incluir programas de al menos ocho semanas en el currículo escolar puede favorecer el desarrollo físico y el bienestar general del alumnado, siempre que las actividades estén adaptadas a su edad y supervisadas por profesionales.

“La evidencia es clara: la fuerza mejora la capacidad cardiorrespiratoria, la potencia y la competencia motriz en jóvenes. La responsabilidad es igual de clara: estas actividades deben estar monotorizadas por técnicos superiores en actividades físicas y deportivas y egresados en ciencias del deporte. En este proyecto AYFED hemos verificado que, con supervisión cualificada, la sesión de 30–45 minutos, con cargas moderadas y técnica excelente, es suficiente para obtener resultados y reducir riesgos. No es una moda; es educación física de calidad”, indica Juan Alfonso García-Roca, investigador principal del proyecto AYFED.

En el trabajo, financiado bajo el proyecto AYFED de la UCAM, han participado el doctorando en Ciencias del Deporte José Manuel Moreno; el investigador Álvaro Díaz Aroca, del grupo EDUFISOC (Educación Física, Deporte y Sociedad); el investigador principal Juan Alfonso García Roca, del grupo ARETÉ; y el investigador Oriol Abellán Aynés, de la Universidad de León.

Enlace al artículo completo:  https://doi.org/10.3390/jfmk10020162