El Dr. Miguel Ángel Martínez Díaz, investigador del grupo DIGITALAC de la UCAM, ha defendido su tesis doctoral, dirigida por el Dr. Ángel Pablo Cano Gómez, sobre el tema del “Intercambio no comercial de contenidos audiovisuales en Internet”, o el fenómeno de las descargas no oficiales y sus consecuencias en el sector cinematográfico y televisivo.
A lo largo de los últimos años, la influencia de las nuevas tecnologías en la industria audiovisual ha demostrado una ascendente e imparable importancia. La revolución digital, sustrato tecnológico de este proceso de cambio, ha provocado una subversión en los modelos de explotación de los contenidos audiovisuales. Estas transformaciones apuntan, sobre todo, a tres aspectos: tecnológicos, económicos y sociales, cuya participación podría derivar en una inversión de la concepción misma del espectáculo cinematográfico.
En este sentido, la investigación del Dr. Miguel Ángel Martínez Díaz surge con el ánimo de comprobar la existencia en España de un modelo de acceso no comercial a contenidos audiovisuales en Internet que pueda quebrar la hegemonía de la industria cinematográfica y televisiva.
El proceso de digitalización, catalizador de la difusión de contenidos cinematográficos y televisivos en la Red, nace a raíz de la innovación disruptiva que supuso la aparición de la tecnología de codificación binaria. Este tipo de transformaciones reestructuran de forma completa la propia esencia de las entidades a las que afecta. En este sentido, el intercambio no comercial de material fílmico en Internet ha supuesto una ruptura con el orden precedente.
De toda esta situación nacieron distintas herramientas que permiten a los internautas la compartición de todo tipo de contenidos cinematográficos y televisivos, y con ello, modificar de forma definitiva los hábitos de consumo de los espectadores. La separación de soporte y contenido que produjo la asimilación de la tecnología digital por parte de la industria y que habilitó la libre difusión de obras audiovisuales en Internet ha supuesto un punto sin retorno en la distribución de contenidos.
Este cambio de hábitos de consumo por parte de los espectadores españoles se refleja en un deseo de inmediatez y de movilidad y provoca un elevado índice de consumo de contenidos audiovisuales por vías no oficiales. Estos usuarios descargan material de forma gratuita sobre todo porque las plataformas oficiales son demasiado caras, su catálogo resulta mucho más limitado que los modelos no comerciales y además son menos accesibles. Por tanto, la forma de atraer a estos usuarios a los sistemas comerciales sería posible sólo a través de servicios que ofrezcan una gran selección de material, disponible de forma directa y a precio razonable.
En la medida que la industria se lo permite, un ejemplo de compañía que está intentando seguir este tipo de recomendaciones es el agregador de contenidos audiovisuales Netflix. Sin ser una solución inmediata a la compleja situación que supone la piratería audiovisual, en aquellos países donde se ha implantado, ha crecido el consumo regular. En este sentido, acciones clave para romper la dinámica del consumo no oficial por parte de Netflix han sido: un catálogo enorme, un precio ajustado, una excelente producción propia y un modelo de recomendación que individualiza la experiencia de usuario.
“Hay una serie de temas que me gustaría analizar de forma más profunda. Por ejemplo, el sistema de recomendaciones que realiza Netflix, lo hacen de manera espectacular. Logran ofrecer a cada usuario un canal de contenido específico y muy personalizado, a partir de las elecciones precedentes del propio consumidor.” Concluye el Dr. Martínez Díaz.