Belén Blesa, investigadora principal del grupo Procesos y Contextos Educativos, ha asegurado la importancia de la implicación del cuerpo en la comunicación de los jóvenes y el interés en indagar las implicaciones de su presencia/ausencia. Este estudio pretende destacar, más que aquellas conductas de riesgo asociadas a la red, toda una serie de percepciones y comportamientos normalizados, que tienden a pasar desapercibidos, pero que tienen una resonancia en la vida cotidiana, cuyo trasfondo debe ser analizado desde la educación para promover una visión integradora que concilie humanidad y tecnología.

Los jóvenes utilizan la red a pesar de que les genera inseguridad, sin embargo, justifican este medio para evitar la vergüenza de mostrarse ante personas más o menos conocidas, lo cual da cuenta de la presencia de valores como la autopreservación y la seguridad que la mediación de la pantalla procura. Así lo muestran los resultados obtenidos en la investigación piloto en la que se ha preguntado a un grupo de jóvenes universitarios de la UCAM y de estudiantes de bachillerato de diferentes centros de la Región, sobre las diferencias que encuentran entre la comunicación online y presencial con otra persona.

“Nos enfrentamos a unas edades en las que el propio cuerpo en sí mismo es un foco de conflicto”
Mª Belén Blesa

La investigación, basada en los valores del modelo `Hall-Tonna´, busca ahondar el debate social en relación a los jóvenes y el uso que hacen de la tecnología, tratando de promover una educación integradora capaz de adaptarse al cambio, explica Micaela Bunes, responsable de la investigación.