José Ruiz Espinosa ha investigado el tema de “La defensa de los consumidores en la contratación a distancia” para su tesis doctoral, dirigida por los Drs. D. Enrique Gadea Soler y D. Francisco de la Torre Olid, investigadores de la UCAM en el grupo Derecho, cuestiones jurídicas pasadas presentes y futuras.

El doctorando se ha enfocado en el análisis de las relaciones de equilibrio y desequilibrio entre los consumidores y el empresario en la contratación a distancia, bajo el yugo de las nuevas tecnologías como mecánica contractual. La novedad de los planteamientos acerca de la protección del consumidor, entendido aquí como la parte más vulnerable, saca a luz los derechos que les concede la Unión Europea, a través de su última directiva 2001/83, y la legislación española.

Los puntos más sensibles acerca de este tema se encuentran en los recursos que puede usar el consumidor frente a las grandes empresas. Las nuevas directivas europeas reequilibran las obligaciones entre las dos partes para bajar la situación de asimetría. “Las últimas modificaciones de las normativas europeas y españolas han contribuido en gran medida a la seguridad jurídica y al desarrollo del comercio electrónico” explica José Ruiz Espinosa. “No obstante, hay mejoras que deben continuar, especialmente en lo relativo a la información puesta a disposición del consumidor antes de contratar y la capacidad de desistimiento.”

Esos dos puntos son los puntos claves en la asimetría entre el consumidor y las empresas en la contratación a distancia. La información dispuesta para el consumidor es cada vez más un tema sensible, en cuanto los medios electrónicos se insertan en la mecánica contractual. Ahora, cualquier contratación a distancia, que sea para un servicio de luz, agua, electricidad o compras diversas, requiere la confirmación escrita del consumidor. Así, se puede evitar unos engaños y la contratación de servicios extra que el contratante no deseaba.

Con el tema del desistimiento, la última directiva europea ya garantiza un tiempo de 14 días en toda la Unión europea. El objetivo de esas políticas es de homogeneizar los derechos de todos los europeos para incrementar las transacciones dentro de Europa con la contratación a distancia y aprovechar también del desarrollo exponencial del comercio electrónico al nivel mundial.

Todavía queda un camino para recoger antes de llegar a una situación igual entre las dos partes pero estas directivas que pasaron el año pasado son ya un gran avance. Además, el investigador de la UCAM explica que desearía estudiar otras opciones para garantizar el respeto del consumidor como la posibilidad del desistimiento opcional en la contratación a distancia.