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Investigación

Bacterias inocuas modificadas para luchar contra el cáncer

La investigadora predoctoral Andrea Pérez obtiene una beca de la AECC estudiar cómo mejorar la inmunoterapia

La investigadora predoctoral Andrea Pérez en los laboratorios del Hospital General Universitario Santa Lucía de Cartagena
La investigadora predoctoral Andrea Pérez en los laboratorios del Hospital General Universitario Santa Lucía de Cartagena

La Universidad Católica de Murcia (UCAM), en colaboración con el Hospital General Universitario Santa Lucía de Cartagena y el respaldo de una ayuda a la investigación de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) dentro de su programa de apoyo a jóvenes investigadores, ha comenzado a desarrollar un estudio que evalúa el potencial de bacterias modificadas genéticamente como herramienta para estimular la respuesta inmunitaria frente a células tumorales.

El proyecto, desarrollado en el marco de la tesis doctoral de la investigadora predoctoral Andrea Pérez, y dirigido por el Dr. Ginés Luengo y el Dr. Pablo Conesa, ambos miembros del Grupo de Genética, Patología Molecular y Enfermedades Raras de la UCAM, tiene como finalidad conseguir que el sistema inmunitario sea capaz de reconocer y eliminar con mayor eficacia las células cancerosas, reforzando su capacidad natural de defensa.

Para lograrlo, el equipo estudia el uso de microorganismos no patógenos, como cepas inocuas de Escherichia coliListeria innocua, modificadas genéticamente para producir proteínas características de las células tumorales. Tras inducir el paso desde el intestino hacia la sangre o vasos linfáticos, estas bacterias interactuarán con el sistema inmunitario, actuando como un método de entrenamiento biológico, ayudando así al organismo a identificar a las células que contienen dichas proteínas como una amenaza y a generar una respuesta protectora.

En esta primera fase experimental, el equipo trabaja en la optimización de un modelo animal para evaluar, de forma controlada y segura, la activación de respuestas inmunitarias específicas sin provocar efectos adversos, aprovechando la vía natural del intestino. “Buscamos que el sistema inmunitario aprenda a identificar los neoantígenos tumorales como algo extraño y responda con mayor precisión y rapidez para defenderse”, indica la investigadora. Tras los ensayos en ratones, se prevé continuar investigando para llegar a fases clínicas y poder analizar el potencial de estas bacterias en inmunoterapia en humanos.