Un estudio de la UCAM demuestra que la IA mejora el aprendizaje digital de los estudiantes
Las investigadoras Nina Pallarés Cerdá y Concepción González García, profesoras de la Facultad de Economía y Empresa de la Universidad Católica de Murcia (UCAM), han demostrado que una intervención educativa guiada con inteligencia artificial generativa (Chat GPT/Copilot) mejora de forma significativa las competencias digitales de los estudiantes. El estudio, publicado en la revista internacional RIED, se realizó con 169 alumnos del curso de Microeconomía, divididos al azar en dos grupos: un grupo que trabajó con IA y otro realizó las mismas actividades sin apoyo tecnológico.
El análisis, que se realizó utilizando DigComp, el marco que la Unión Europea emplea para evaluar la competencia digital de la ciudadanía, detectó mejoras claras en dos áreas. Por un lado, en alfabetización en información y datos, es decir, la capacidad de identificar qué información se necesita y encontrar contenido bien buscado, de modo que el porcentaje de estudiantes en el nivel alto aumentó 15 puntos porcentuales. Por otro lado, en resolución de problemas la mejoría fue aún mayor, con un incremento de 24 puntos porcentuales; avance focalizado en la mejora en el uso de herramientas digitales, así como en la concienciación sobre qué competencias digitales se necesitan mejorar.
La propuesta formativa se basó en el uso de la IA como herramienta de apoyo al razonamiento. Mientras que los integrantes del grupo control realizaron los ejercicios sin ayuda ni formación específica, el alumnado del grupo experimental participó en un taller práctico guiado con IA generativa. En estas sesiones aprendieron técnicas para formular preguntas útiles, descomponer problemas en partes, comparar enfoques y analizar críticamente las respuestas del asistente. No se trataba de obtener soluciones directas para copiarlas, sino de conversar con la tecnología como si fuera una especie de "compañera interactiva" o "asistente inteligente". Esta dinámica sirvió para pensar en voz alta, comparar estrategias, recibir pistas en caso de bloqueo y, sobre todo, para aprender a corregirse a uno mismo.
Asimismo, el análisis mostró que los mayores progresos se dieron entre los estudiantes con niveles más bajos de competencia digital. Estos participantes mejoraron de forma significativa en todas las áreas evaluadas, minimizando la brecha entre los dos grupos, lo que indica que la intervención contribuyó a reducir las diferencias iniciales y a establecer un punto de partida más equilibrado entre el alumnado.
Artículo completo: https://doi.org/10.5944/ried.45533
